Escarcha de primavera

Ya amanecio y yo aqui recostada al lado de el como cada día, el sol entra por la ventana aunque siento el calor de sus rayos más suaves al paso del amanecer.

Se empezó a despertar.

-Buenos días. Dije de la forma más tierna que pude.

- Hoy también tengo mucho trabajo. Palabras que no concuerdan con las anteriores y que de cierta forma carecen del afecto que necesito.

-Entonces bañate y alistate mientras yo preparo el desayuno. Me levante de la cama, me puse las pantunflas y me dirigí hacia la cocina.

Mientras cocinaba, el sonido del aceite sobre el sartén caliente se mesclaba con el caer de las gotas de la regadera, puse todo lo necesario para que después ninguno de los dos tuviera que levantarse de la mesa: Dos platos, dos pares de cubiertos para cada uno y dos tazas con café caliente, todo listo para poder pasar escasos momentos a tu lado. De alguna manera sonreí.

Saliste del baño y te vestiste, me sente en una silla del comedor rodeando con mi mano la taza caliente. Mi sonrisa se hizo más grande.

Escuche cerrar el closet de nuestra habitación, pasaste caminando a paso apretado a un lado del comedor.

-Se me ha hecho tarde, comeré algo en el trabajo. Dirigiendose a la puerta sin voltear a verme y abriendola.

-No me esperes a cenar. Escuche decirte mientras partías cerrando la puerta.

Baje la cabeza pero mi sonrisa seguía, aunque creo que esta se volvio de hironía, gotas saladas empezarón a llover sobre mi café enfriandolo poco a poco.

No les hice mucho caso, desayune junto a una silla vacia, lave mis trastes sucios y me aliste para irme a trabajar, después de todo yo también tengo trabajo, tome mi bolso y salí de la casa.

CONTINUARA....